Conocida a menudo como la "isla de los colores", Milos es una de las islas griegas más glamurosas que cada verano se convierte en patio de recreo de ricos y famosos y atrae a los visitantes con sus 75 playas azules y sus vibrantes pueblos.
No es de extrañar que la isla haya estado a la vanguardia de la historia del arte y haya sido cuna de algunas de las obras maestras más fotografiadas del mundo.
Tras el descubrimiento de la Venus de Milo, hoy la estrella más brillante del Louvre, cerca del antiguo teatro en 1820, Milos se vio abarrotada de entusiastas del arte y arqueólogos a la caza de su siguiente descubrimiento revolucionario. Apenas unas décadas después, la famosa estatua de mármol llamada Asclepio de Milos, que formaba parte de una estatua colosal, fue excavada en la isla y ahora se exhibe en el Museo Británico. Con multitud de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que explorar y pintorescos pueblos con el azul eléctrico del mar como telón de fondo, no es de extrañar que Milos se esté convirtiendo rápidamente en uno de los destinos mediterráneos más codiciados para visitar en verano.
Hasta hace poco injustamente ignorada por sus vecinas -la salvaje Mykonos, la colorida Santorini y la gourmet Sifnos-, la isla está ganando popularidad en los últimos años y está llena de nuevos y elegantes restaurantes y bares que ofrecen las formas más modernas de entretenimiento.
Debido a su terreno volcánico, la isla tiene una orografía única llena de formaciones rocosas que posiblemente inspiraron las esculturas que ahora adornan los lugares más brillantes de los museos más renombrados. Si quiere disfrutar de la caldera de Santorini, pero sin las multitudes, Milos es una opción ideal. La isla se creó a partir de lava volcánica rica en minerales naturales, que son la principal fuente de ingresos de la economía local. Una gran parte de la belleza de la isla se debe al volcán, que también es responsable de la creación de las extraordinarias cuevas de Kleftiko, con sus formaciones rocosas arrastradas por el viento que rodean el mar translúcido.
La isla más meridional de las Cícladas tiene una rica historia que se remonta a 15 milenios atrás: el comercio de obsidiana tuvo lugar en la prehistoria, y algunos de los asentamientos más importantes de la Edad de Bronce se encuentran en la costa sur de Milos, en Phylakopi, donde todavía se puede ver una completa exposición de frescos, cerámica y figuritas de la época.
Más tarde, la isla fue gobernada por bizantinos, venecianos y otomanos, todos los cuales contribuyeron al patrimonio cultural de esta isla de ensueño.
Según la mitología griega, la isla recibió el nombre del primer residente que fue enviado por Venus para poblar la isla: la influencia de la diosa del amor y el arte es evidente en cada centímetro de esta etérea joya de las Cícladas.
Los mejores pueblos para visitar en Milos
Milos tiene 7 pueblos principales, todos ellos agrupados y fáciles de visitar durante su crucero de lujo en chárter. Adamas, Plaka, Pollonia, Tripiti, Klima, Mandrakia y Triovasálos ofrecen todos ellos encantos únicos, pero cada pueblo que se visita es casi igual de hermoso, por lo que no es necesario ceñirse estrictamente a su itinerario. En lugar de eso, deje que su corazón vague mientras descubre nuevos horizontes cada día.
Plaka
La capital de la isla ofrece un ritmo trepidante y es famosa por sus encantadoras puestas de sol, que podrá contemplar desde los balcones adornados con flores de los locales de lujo que se apoyan unos junto a otros en las estrechas y encaladas calles. Encaramada en una roca que domina el golfo, la ciudad es un laberinto de callejuelas empedradas, construidas a propósito de forma confusa para distraer a los piratas que atacaban a menudo la isla en el siglo XVIII. Surgió como una extensión de la zona de Kastro, cuando los residentes se quedaron sin espacio. El castillo veneciano fue construido en el siglo XIII y abandonado en 1821, cuando la mayor parte de su población se trasladó a Plaka. Situado en un alto valle, Kastro ofrece una visión del modo de vida medieval en la isla. Se tarda una hora en llegar a la cima a pie, pero tras una vigorosa caminata, se obtienen vistas panorámicas del golfo y un paisaje impresionante.
La ciudad cuenta con una rica escena cultural y cuatro magníficos museos para visitar en un día de lluvia. El Museo Folclórico y de Historia cuenta con una magnífica exposición de trajes tradicionales locales y artefactos cotidianos, mientras que el Museo Arqueológico tiene una muestra de figurillas y cerámica de la Edad de Bronce. Visite el peculiar Museo de Mármara, donde también podrá escoger recuerdos y regalos únicos; el museo es un lugar ideal para visitar con niños. También el Museo de la Guerra, situado en un búnker de la Segunda Guerra Mundial cerca del castillo de Kastro.
Adamas
Fundada por refugiados cretenses a principios del siglo XIX, la ciudad que a veces se denomina Adamantes deja una gran primera impresión con uno de los mayores puertos naturales del Mediterráneo, calles de esencia cicládica y una abundancia de flores que brotan de los balcones encalados de las calles antiguas. Probablemente será su primera introducción a la isla, tanto si viene por mar como si vuela directamente al cercano aeropuerto.
Esta ciudad portuaria es también el centro cultural, comercial y turístico de la isla y ofrece una experiencia única de Grecia. Con magníficos restaurantes, tiendas y museos, así como dos playas, la de Lagada y la de Adamas, la ciudad más concurrida de Milos es un lugar ideal para las familias que buscan comenzar su crucero por el Egeo.
Pollonia
A veces llamado Apollonia, este pueblo pesquero de la costa norte cobra verdadera vida en verano, cuando las tranquilas calles comienzan a bullir de visitantes y los elegantes bares y restaurantes abren sus puertas. Construido en torno a una preciosa ensenada, el pintoresco pueblo es tranquilo y sereno, pero a la vez ofrece todas las formas de entretenimiento que se puedan imaginar. El muelle está flanqueado por tamariscos que esparcen su fragancia con la cálida brisa que a menudo se siente aquí, y cuenta con numerosas tabernas tradicionales encaladas que sirven sus capturas diarias de pescado. La principal atracción del pueblo es la iglesia de Agia Paraskevi, situada en el extremo norte de Pollonia, que proporciona las mejores puestas de sol de la ciudad.
Las mejores playas de Milos
A la hora de elegir dónde bañarse en Milos, tendrá mucho donde elegir. Con 75 playas, cada una más bonita que la otra, Milos es una de las mejores islas para los que disfrutan descubriendo una cala diferente cada día.
Playa de Kleftiko
La legendaria Kleftiko es el lugar más emblemático de la isla y sólo se puede llegar en barco. Con impresionantes rocas que sobresalen del mar, calas de aspecto surrealista y fenómenos geológicos únicos, Kleftiko es uno de los lugares que no debe perderse durante su crucero de lujo en Milos.
A veces llamado Meteoro del Mar, el misterioso lugar fue una vez un escondite para los piratas y la leyenda dice que escondieron su tesoro aquí - ¿por qué no tratar de encontrarlo?
Playa de Sarakiniko
Famosa por sus esculturales formaciones rocosas blancas, Sarakiniko es una de las playas más deslumbrantes de Grecia y una de las más intrigantes del mundo. Conocida a menudo como la Playa de la Luna por la peculiar forma del terreno volcánico, Sarakiniko es completamente árida y coloreada con un intenso tono blanco, bellamente yuxtapuesto por el mar turquesa.
Playa de Tsigrado
Una pequeña cala de arena rodeada de impresionantes acantilados con mares límpidos y brillantes, Tsigrado es una maravillosa playa en la costa sur de Milos. Adorada por sus aguas de intenso color y sus intrigantes pasadizos y cavernas rocosas, la playa es tan impresionante que muchos arriesgan la vida intentando descender por los acantilados para llegar a ella. La forma más segura de visitar este místico oasis es en barco, y debido a su lejanía, es posible que lo tenga todo para usted.
Playa de Plathiena
Un oasis tranquilo y de ensueño con arena de grano fino y mar azul celeste, esta solitaria playa del norte es un lugar ideal para relajarse y disfrutar de un día de playa en familia.
Playa de Papafragos
Si le intriga el aspecto extraterrestre de Kleftiko, no deje de visitar Papafragos, una impresionante piscina natural de arena plateada y mares de color aguamarina rodeada de enormes rocas que parecen haber sido lanzadas por una nave espacial. Cerca de allí, se encuentra el yacimiento prehistórico de Phylakopi, que se puede explorar después de chapotear en el mar.
Otras playas que merece la pena visitar son Firopotamos, Paleochori, Provatas, Alogomandra y Ammoudaraki, entre muchas otras.
Los mejores restaurantes de Milos
Con nuevos restaurantes de moda que aparecen cada día, tabernas tradicionales que sirven platos de la vieja escuela, comida callejera con los mejores gyros de Grecia (pruebe el de Adamas, O Gyros Tis Milou), y restaurantes de élite para cenas románticas, Milos se está convirtiendo rápidamente en un destino gastronómico superior.
Barriello
Situado en el pueblo de Tripiti, este fabuloso restaurante da un giro innovador a los platos tradicionales griegos, convirtiéndolos en una fina cocina de alquimia con una maravillosa presentación. Perfecto tanto para familias como para parejas, Barriello goza de una ubicación privilegiada y tiene vistas al hermoso golfo.
Sirocco
A primera vista, Sirocco se parece a cualquier otra taberna griega. Pero un solo bocado de los mariscos artísticamente preparados le hará pensar lo contrario. Situado en la playa de Paleochori, el restaurante utiliza una peculiar técnica de cocina volcánica que hace que todos los platos destaquen: no deje de probar el cordero cocido en la arena, preparado durante 48 horas bajo tierra.
Konstantakis Wine Cave Gallery
Una bodega única escondida en la Spiglia Kostantakis ofrece una perspectiva diferente del vino de Milos, alabado por su sabor distintivo creado con ayuda del caluroso terreno volcánico. La bodega, de propiedad familiar, lleva abierta 100 años y organiza visitas y catas de blancos y tintos regionales, todo ello maridado con deliciosos productos locales.
Coja unas cuantas botellas para disfrutarlas en la cubierta de proa de su lujoso yate de alquiler o para llevárselas a casa cuando su inolvidable crucero llegue a su fin.
